EL PAIS DE LAS ULTIMAS COSAS 596p63



En el país de las últimas cosas todo tiende en el caos, los edificios y las calles desaparecen, y no hay los nacimientos. La existencia reduce en la supervivencia sencilla de vidas desgraciadas sin «ni siquiera la esperanza de recuperar la esperanza». Anna Blume cuenta en una tarjeta larga su paso para la ciudad, en la consulta de su hermano desaparecido, y su cebo para vivir, a toda costa, en este entorno devastado del fin de la civilización. 3s5p2w